Trabajando el proyecto del agua, se nos ha ocurrido la idea de hacer nuestro BOTE DE LA CALMA pero ¿para qué sirve?
Los botes de la calma son botellas o botes transparentes, rellenos básicamente de purpurina y agua que están pensadas para ayudar a los niñ@s a manejar sus sentimientos, especialmente en estados de ansiedad o enfado. En estos momentos, agitará el frasco con todas sus fuerzas. Mientras lo agita, libera tensiones emocionales acumuladas y, cuando éstas se reducen y deja de mover la botella, el efecto de la purpurina descendiendo lentamente, relaja al pequeñ@.
¡Así de bonitos nos han quedado los nuestros!